"Las niñas son lindas y pequeñas solo para los adultos. Entre ellas mismas no son lindas. Tienen el tamaño de la vida."
La mayoría de novelas hablan de la infancia como una fase llena de alegría, felicidad y juegos. Ojo de Gato es una brillante excepción. Es una revisión fresca de una infancia sombría llena de amargura que define un futuro. La novela nos hace reflexionar en la frase El pasado está en el pasado. No siempre lo está. El pasado deja una marca, una huella y nos moldea.
TRAMA
Elaine Risley es una brillante pintora que regresa a su ciudad natal, Toronto. Después de años de ausencia. Ha llegado a la ciudad para hacer una presentación de sus pinturas. Elaine está ansiosa, pero no tanto por la importancia del show, sino por los fantasmas del pasado que la acosan.
A través de flashbacks, vamos conociendo a Elaine en su infancia, hija de un entomólogo y una ama de casa, con un hermano interesado en la ciencia, Stephen. Todos viven lejos de las personas al ser el padre de Elaine un investigador de campo que pasa colectando insectos en el bosque. Una vez que llegan a la civilización, con otras personas, Elaine se da cuenta que sus padres no la han capacitado para un mundo que parecería se le había ocultado.
Elaine se vuelve amiga de Grace y Carol inicialmente, pero luego se une Cordelia, una chica dominante que empieza a intentar cambiar a Elaine, a mostrarle lo inadecuada que es, quiere destruirla para reconstruirla desde cero. Elaine se vuelve una niña dependiente del dolor físico para evitar el anímico con amigas que lejos de ayudarla parecen querer simplemente denigrarla cada día más hasta que un día, una broma va muy lejos, casi muere. Decide finalmente separarse de dichas chicas, para darse cuenta que no la molestaban porque la odiaban sino porque imitaban a sus madres, quienes consideraban a Elaine como una chica indigna, sobre todo en aspectos religiosos.
Elaine se convierte en una adolescente y se encuentra con Cordelia nuevamente, pero las imágenes y traumas de la infancia se han ido, en apariencia. Elaine se vuelve una chica insolente. Se separa de Cordelia, no por resentimiento, sino porque le parece débil.
Con el pasar de los años, Elaine decide convertirse en una artista. Dibuja de forma asombrosa, pero es incapaz de mostrar pasión como lo sugiere su profesor, Josef con quien tiene una aventura.
La vida de Elaine es una vida llena de aparente indiferencia, necesaria rigidez para poder sobrevivir. No está decidida a ser una víctima, pero algo dentro de sí la lleva a sentirse siempre incomoda con quien es, con quien se encuentre. La felicidad parece siempre escaparsele de las manos, o es un concepto que nunca aprendió, nunca entendió. La influencia del pasado es muy fuerte aun si ella no se da cuenta, aun si no le gustaría admitirlo.
ESTRUCTURA
La novela es completamente narrada en primera persona por la protagonista. La novela inicia con la pintora en el presente, alistándose para el evento que podría traerle fama... o infamia. Luego de la primera escena, se va a un viaje directo al pasado, con detalles vívidos, fantasmagóricos, fríos, no, gélidos. Hay muchas verdades dichas, y por lo tanto, mucho dolor.
TEMAS
El bullying, como va formando a las personas desde la infancia, como se van acostumbrando a todo tipo de violencia, verbal, psicológica; la influencia de la infancia, de las figuras maternas, paternas, la escuela; el feminismo, la mujer ante un mundo dominado por los hombres, aunque también dominado por mujeres desesperadas por el poder que pueden llegar a opacar a otras mujeres comunes y corrientes; el arte de la pintura, sus distintos movimientos, técnicas; también la religión es un tema, abordado de manera directa y controversial.
ACERCA DEL FINAL
Un final extremadamente agridulce, sobre todo las líneas Esto es lo que extraño, Cordelia: no algo que no paso sino algo que nunca pasará y también Por un momento, volverán a jugar como niñas, pero esta vez sin el dolor. Las líneas finales son de consuelo, resignación y lo más importante: aceptación.
Ahora la noche es plena, sin luna, llena de estrellas que no son eternas como alguna vez se pensó, no están donde pensamos. Si fueran sonidos, serían ecos, de algo que pasó hace millones de años: una palabra hecha de números. Ecos de luz, brillando en medio de la nada.
Es una luz vieja, no hay mucha, pero es suficiente para ver.
PERSONAJES: 10/10
DESARROLLO DE TRAMA: 9/10
TEMA: 10/10
NOTA: Lectura Obligatoria
Comentarios
Publicar un comentario